Seguimos viendo más consolas portátiles con CPUs de AMD, toca conocer a la Aya Neo Founder, dotada de un panel IPS táctil de 7 pulgadas a una resolución HD de 1280 x 800 pixeles propulsada por una APU AMD Ryzen 5 4500U con 6 núcleos y 6 hilos Zen2 @ 7nm con una frecuencia Base/Turbo de 2.30/4.00 GHz junto a unos gráficos integrados AMD Radeon Vega 6 con 384 Stream Processors @ 1.50 GHz (1.1 TLFOPs de potencia) acompañado de 16 GB de memoria RAM LPDDR4X @ 4266 MHz y con almacenamiento SSD de 512GB/1TB de capacidad.
Las especificaciones se completan con unas dimensiones de 255 x 106 x 20 mm de espesor, conectividad WiFi 802.11ax + Bluetooth 5.0, una batería de 47 Whr, un generoso peso de 650 gramos (el doble que la Switch), emplea el sistema operativo Windows 10, y sale a la venta en China a un precio local al cambio de 510 euros (512GB) y 590 euros (1TB).
Viendo como ha evolucionado la tecnología, estas consolas portátiles con Windows 10 ya son un despropósito, ya que tienen precios muy elevados y luego el hardware ya está desfasado como para pretender disfrutar de los juegos (a 720p), y más bien esto es por culpa de AMD de no mejorar los gráficos integrados de sus APUs.
Una consola de este tipo ya no tiene sentido si no se emplea al menos una CPU Intel TIger Lake con gráficos Intel Iris Xe o con la próxima generación de APUs de la serie Ryzen 6000 con gráficos RDNA2. Realmente ni aun así es un producto a recomendar, ya que con servicios como el Xbox Game Pass podrás jugar a una enorme cantidad de juegos a mayor calidad y sin una gran merma de autonomía en tu dispositivo móvil, ya que todo se renderiza en un servidor a cientos o miles de kilómetros de ti.
Las especificaciones se completan con unas dimensiones de 255 x 106 x 20 mm de espesor, conectividad WiFi 802.11ax + Bluetooth 5.0, una batería de 47 Whr, un generoso peso de 650 gramos (el doble que la Switch), emplea el sistema operativo Windows 10, y sale a la venta en China a un precio local al cambio de 510 euros (512GB) y 590 euros (1TB).
Viendo como ha evolucionado la tecnología, estas consolas portátiles con Windows 10 ya son un despropósito, ya que tienen precios muy elevados y luego el hardware ya está desfasado como para pretender disfrutar de los juegos (a 720p), y más bien esto es por culpa de AMD de no mejorar los gráficos integrados de sus APUs.
Una consola de este tipo ya no tiene sentido si no se emplea al menos una CPU Intel TIger Lake con gráficos Intel Iris Xe o con la próxima generación de APUs de la serie Ryzen 6000 con gráficos RDNA2. Realmente ni aun así es un producto a recomendar, ya que con servicios como el Xbox Game Pass podrás jugar a una enorme cantidad de juegos a mayor calidad y sin una gran merma de autonomía en tu dispositivo móvil, ya que todo se renderiza en un servidor a cientos o miles de kilómetros de ti.
